El CV. Teruel CAMPEÓN de la Supercopa
Este Sábado dio comienzo oficialmente la temporada 2019/2020 en el pabellón Los Planos, con la disputa de la Supercopa Masculina de Voleibol entre el campeón de Liga, El Club Voleibol Teruel y el campeón de Copa, Unicaja Costa Almería en un encuentro en el que el club naranja conquistó su cuarta Supercopa consecutiva.
El Club Voleibol Teruel se impuso por 3 sets a 0 a Unicaja Costa Almería.(25-14/27-25/25-20).
Por parte del Club Voleibol Teruel comenzaron los siguientes jugadores: Victor Rodríguez, Pedro Jukoski, Pablo Bugallo, Fabian Plak, Filip Gavenda y Thomas Ereu. Actuando como líbero Aharón Gámiz.
Y por parte del Unicaja Costa Almería: Guilherme Hage, Jean Pascal Diedhiou, Jorge Almansa, Ignacio Sánchez, Pablo Kukartev y Nickolas Amado. Actuando como líbero Antonio Casimiro.
En el primer set, el CV Teruel empezó con mucha intensidad, consiguiendo distanciarse rápidamente en el marcador con una ventaja de 6, 7 puntos. Pese a sus esfuerzos, Unicaja Costa Almería no conseguía acortar distancias. En el tramo final los turolenses dieron otro acelerón consiguiendo la máxima ventaja, 25-14.
En la segunda manga los almerienses comenzaron con gran fuerza logrando rentas de hasta 3 tantos. Poco a poco los naranjas fueron metiéndose en el partido logrando empatar a 10. A partir de ahí se vivieron momentos de gran igualdad e intensidad. Almería en el último tramo del parcial volvió a ponerse 3 arriba 15-18. En un gran parcial del CV Teruel, espoleado por su afición, las tablas volvieron rápidamente 19-19, y por primera vez lograron adelantarse 24-22 tras demostrar mayor acierto en los momentos de tensión. Unicaja no se rindió y logró igualar a 24 salvando dos pelotas de set, pero en un final de infarto los turolenses se llevaron la manga 27-25.
En el tercero y último, los almerienses volvieron a empezar muy fuertes, con rentas de hasta 4 puntos. Al igual que en la manga anterior el CV Teruel empató, esta vez a 12, pero esta vez no dejaron opción a Unicaja a sobreponerse y fueron separándose con un extraordinario parcial de 7-1 lograban un 19-12 que permitió a Miguel Rivera mover el banquillo sin que bajase el nivel del equipo, que tuvo a Víctor Rodríguez como MVP del partido, para llegar así al definitivo 25-18 que suponía el octavo título de Supercopa, convirtiéndose en el equipo más laureado de la competición.
