Pasión por la bicicleta. Adrián Biel, "Aprendí en el Parque Los Fueros y ahora me siguen 25000 personas por Youtube"

Me llamo Adrián Biel Bielsa y nací en Zaragoza el 8 de octubre de 1991. Desde entonces, viví en Montalbán (TERUEL). Es un pueblo pequeño de las cuencas mineras con muchas montañas por el que pasa el río Martín.

Aprendí a ir en bicicleta sobre los tres o cuatro años junto a mi hermano. Con ocho o nueve años comencé a interesarme por las diferentes técnicas y posibilidades de manejo encima de una bicicleta ya que veía a chicos mayores haciendo algún caballito y bajando escaleras.

Fue entonces cuando comencé a ir practicando cosas en función de los obstáculos naturales que yo y los amigos nos encontrábamos por la naturaleza (acequias, piedras, troncos, cortados, escaleras, saltos...) por entonces no teníamos internet y apenas podías investigar sobre el aprendizaje de este tipo de técnicas, al principio no sabia ni que tenía nombre lo que hacíamos. El ensayo y error fue clave junto a la motivación intrínseca por el dominio de la bicicleta.

Siempre me había gustado el Trial en moto, veía artículos en la prensa y recortaba las imágenes para intentar imitar las posturas de aquellos grandes profesionales. Con 9 años ya había roto todas las piezas de mi bicicleta ordinaria de tanto practicar así que le pedí a los reyes magos mi primera bicicleta de Trial a sabiendas de que era algo extraño de ver y mucho más de conseguir.

Mi primera bicicleta fue una Monty 219 ALP de acero cromado con frenos v- brake de sirga y con un pequeño sillín de plástico azul oscuro. Pesaba barbaridad pero la motivación fue tan grande que no me importaba. A los tres días de tenerla aprendí a hacer botes a una rueda lo cual me abrió un amplio abanico de superar obstáculos nuevos y me dio mucha motivación. Siempre aprendí solo, a base de perseverancia, imaginación y de reconocimiento de los obstáculos. Había que estudiar muy bien la técnica que ibas a realizar para no darte la leche muy gorda. Nadie más en toda la comarca practicaba Biketrial. Con trece años cambié de bicicleta a una mucho mejor, con frenos hidráulicos de zapata, chasis de aluminio, era una maravilla de Monty 221 x-lite. Con ella fui a mi primera competición de biketrial en Torredembarra (Tarragona) en la que me clasifiqué segundo. Fue una sorpresa para mi.

Durante esos años tan solo iba a una competición al año que solía ser la del Festibike en Tres cantos (Madrid) y para mi era toda una aventura. Eran oportunidades para fijarme en gente que sabia más que yo e intentar quedarme con la mayoría de técnicas que veía para posteriormente practicarlas por mi cuenta. En ese periodo de cinco o seis años tuve unos cuantos esguinces de tobillos y una lesión de rodilla de 30 puntos que me tuvo en cama un mes. Estas lesiones nunca han sido condicionantes para desmotivarme, más bien para reflexionar e intentar mejorar.

En esa dinámica de entrenar sólo durante la adolescencia estuve hasta los 16- 17 años, cuando tuve que dejar Montalbán para ir a estudiar Bachiller de Artes a Zaragoza. Allí comenzó una nueva etapa de mi vida. Conocí a gente nueva que practicaba Biketrial, nuevos obstáculos, empecé a tener más fuerza y fue algo estupendo que abrió otro nivel en mi repertorio de técnicas. Iba a clases de Biketrial una vez a la semana en el parque de los fueros de Teruel con Jorge Gali de Cella como Maestro.

Esos años realizábamos quedadas en las que nos juntábamos 20-30 pilotos de Aragón en Zaragoza, Ejea de los caballeros, Calanda, Borja, Muel y algún lugar más para pasar el día entrenando y en convivencia con los amigos del Biketrial. En esta etapa ya empecé a ir a más competiciones y entrenaba mucho (Natación, correr, bici de montaña, estiramientos). La preparación para afrontar una competición me servía también para preparar los estudios ante un examen, me era muy similar y útil en el ámbito académico.

En 2010 comencé la carrera de Maestro de Educación Primaria con la especialidad de Educación Física en la Universidad de Zaragoza en la Facultad de las Ciencias Humanas y de la Educación en Huesca.
En 2012 gané el campeonato de Aragón de Biketrial y me clasifique segundo del campeonato de España de Biketrial en la categoría Senior. Ese año fui como experiencia de vida con la selección española de Biketrial al campeonato del mundo en Saïx (Francia) e Igualada (Cataluña), eso era ya otro nivel de dificultad del que simplemente me sentí orgulloso de poder participar y verlo con mis propios ojos.
Durante los cuatros años del Grado de Carrera en Huesca me compre mi primera bicicleta de Enduro que combinándola con la técnica del trial fue muy divertida. Lástima que todavía estaba empezando el Enduro MTB en España tal y como hoy en día se conoce.

Mi último año de competiciones con “entusiasmo” fue en 2015. Resulto clave para dar el paso a una nueva etapa de mi vida. Ese año entrenaba mucho y dejé de disfrutar lo que hacia por solo tener en mente los entrenamientos y la competición con un objetivo que hoy en día veo ridículo e innecesario. Entonces, al terminar el año de competiciones por toda España, me di cuenta de que había dejado de disfrutar de la esencia del Trial y me plantee seriamente vender todas las bicicletas y dejar todo ese mundo.
Tras unos meses largos de parón y mucha reflexión en los que me di cuenta de que había hecho muchos amigos en las competiciones, con los que me gustaría pasar más tiempo con ellos, entrenar juntos y que por culpa de las carreras solo nos saludábamos entre prisas y poco más.

La competición había generado en mi y en lo que rodea a las carreras un ambiente carente de valores humanos y de disfrute en el que sólo parece que importaba el resultado final sin haber disfrutado el trayecto hasta él. Gran error del que aprendí mucho. Fue entonces cuando volví a coger la bicicleta sin entrenos adicionales y sólo para el disfrute de ir en bicicleta y de hacer trial. Resultó que al quitarme de la cabeza la gran mentira que me había creado en torno a la competición me apetecía más que nunca coger la bicicleta y eso fue fruto de grandes avances en mi nivel de técnica y destreza encima de la bicicleta a la par que me lo pasaba genial sin tener en mente ninguna competición a la vista. Mi objetivo principal era disfrutar y mejorar continuamente mi técnica. Viajaba para realizar quedadas y entrenamientos junto a esos amigos de las competiciones y muchos nos dimos cuenta entonces de que nos nutria más eso que no ir a las carreras, y también nos salía más barato.

Fue mas o menos por el 2016 cuando me presenté a oposiciones de maestro funcionario del Estado, algo que para mi era poco motivador y muy tortuoso pero que por inercia de haber estudiado eso se supone que debía hacer... Ese año comencé a dar clases de Biketrial en Zaragoza a la par que estuve trabajando en varios talleres de bicicletas donde aprendí mucho de mecánica, también trabajé como vendedor en centros comerciales y como monitor de comedor escolar. Durante estos años estuve realizando alguna exhibición de Biketrial en eventos deportivos, galas, fiestas de pueblos, ferias, concentraciones moteras... posteriormente me creé mi propia página web www.trialzaragoza.com y comencé a prestar un poco de atención a mis orígenes y mi trayecto, sobretodo a las dificultades que tuve y a los fallos que cometí. Todo ello me inspiró para crear una serie de videos en YouTube en los que intenté plasmar mis conocimientos sobre el aprendizaje de la técnica del Enduro MTB y una serie de videos de las quedadas de Biketrial y encuentros que iba realizando por toda España con el fin de crear contenido para que todo aquel que quiera aprender desde cero, reforzar sus nociones o simplemente disfrutar de las experiencias que viví pueda tenerlos en internet y así evitar ese “vacío de contenido” que yo tuve en mis comienzos y que tanto valoro hoy en día.

Esos videos tuvieron gran acogida en internet, tanto que hoy en día hay más de 25.000 personas que siguen mi canal de YouTube, una autentica locura para mi. Todo ello me llevó a plantearme más en serio mi vida laboral. Tuve la suerte de que ciertas empresas se fijasen en mi para sponsorizarme y así darme un empujón y ayuda en la dirección que me gustaba. Durante ese tiempo viajé a Medellín (Colombia) junto a mi amigo Nacho Fortón a realizar allí entrenamientos conjuntos en lugares preciosos, quedadas con los trialeros del país, exhibiciones en pueblos y un evento deportivo organizado por el periódico de “El Clásico Colombiano”.
De vuelta en España, Nacho y yo nos compramos un remolque para realizar exhibiciones de Biketrial de forma más profesional, y comencé a dar cursos para mejorar la técnica encima de la bicicleta de montaña.
En 2019 comencé a trabajar de Maestro interino de Educación Física en un colegio público en Aínsa (Huesca) suplantando una baja de tres meses sin pabellón polideportivo y con un patio compartido con el instituto. Fue una situación perfecta para mostrarme que eso no es lo que yo quería, que no me aportaba ni tranquilidad, ni felicidad el estar “enseñando” ciertos contenidos a varios grupos de niños que muchos no venían motivados a aprender, algunos no les gustaba estar en esas clases y pocos disfrutaban y aprendían realmente algo. Además, muchos de los compañeros no eran lo que se dice muy empáticos puesto que un maestro interino esta “de paso” para que tenerlo en estima o invertir tiempo en su paso por el colegio... mi frustración por querer hacer mejor las cosas y no verme capaz dentro de ese “sistema educativo” era cada vez mayor. Lo que más me chocó de aquella situación fue ver lo protegidos contra la educación que estaban los alumnos, el poco respeto que estos tenían hacia los compañeros y hacia los adultos. Fue entonces cuando me encajaban muchas de las piezas del por qué las cosas están en algunos lugares de cierta manera, las casas hay que comenzarlas por los cimientos.
Al terminar esa suplantación en el colegio realicé mis segundas oposiciones por tener contenta a la familia a sabiendas de que en cuanto las terminase me iba a hacer autónomo para poder dedicarme al sector privado de la enseñanza de lo que realmente se, conozco y me gusta. El mundo de la bicicleta. Fue una decisión y un paso que me costó mucho tomar pero que lo di en el momento ideal.

 

 Desde entonces, mi actividad laboral es muy gratificante, las exhibiciones que hacemos son todo un show. De los cursos de Enduro MTB tengo clientes de toda España interesados realmente en aprender, y te agradecen mucho el esfuerzo que pongo para intentar llegar a todos lo más claro que pueda. Además, viajo bastante, estoy en la naturaleza continuamente y me marco mis propias pautas y horarios. También pinto acuarelas por diversión con la idea de poder realizar un día una exposición.
Así que hoy en día en esas estamos, realizando cursos por toda España, clases de Biketrial y exhibiciones de Biketrial. Es algo que me hace sentir realizado y me encanta.
He de decir que en mi casa nunca les ha gustado lo que yo hago, bien que al principio me comprasen las bicicletas que necesité hasta poder pagármelas yo mismo, pero siempre lo han visto peligroso y sin futuro, pero como buen aragonés, soy cabezón y persigo lo que me gusta. Eso ha hecho que conozca el valor de la perseverancia y la capacidad de uno para ser quien realmente le gustaría ser. Supongo que esta será otra etapa de mi vida más o menos larga, pero de todas, esta es de la que más me siento orgulloso.