Una lección de esfuerzo y motivación

El pasado sábado 14 de marzo, los equipos infantiles masculino y femenino del C.D Las Viñas debieran haber disputado los primeros encuentros de las semifinales autonómicas de Voleibol.
Por su parte, el equipo Cadete femenino, los dos alevines (masculino y femenino) así como el Benjamín Mixto se disponían a disputar las finales provinciales.

Dos días antes, el Gobierno decretó el estado de confinamiento y la preparación de toda la temporada se quedó truncada cuando llegaba la hora de la verdad para todos los equipos.
Con la esperanza de que, cuando pase el estado de confinamiento, las competiciones puedan reanudarse, aunque a estas alturas no se sabe ni la forma ni la fecha, los técnicos del C.D. Las Viñas diseñaron un plan de entrenamiento adaptado a las diferentes categorías, para que los niños desde sus casas, puedan hacer estos ejercicios específicos y tratar de minimizar la perdida de forma física que durante siete meses habían ido adquiriendo.

No resulta fácil, porque no todos disponen de un espacio suficiente y, desde luego, no es nada motivador cambiar la rutina del balón, únicamente por la de la preparación física, según nos transmiten muchos de los escolares de las diferentes categorías.

Los entrenadores se las tienen que ingeniar para cambiar las rutinas o motivarles de alguna manera para que no decaigan en su empeño, de lo contrario, les va a costar mucho tratar de tener un mínimo estado de forma para afrontar una, posible competición, que tendrá que disputarse en un corto espacio de tiempo y prácticamente sin tiempo de prepararla.

Algunos entrenadores les piden que manden vídeos de lo que van haciendo y otros mantienen un contacto permanente con sus escolares; lo importante es mantener la motivación.


